“Tierra Santa es patrimonio espiritual de los
cristianos de todo el
mundo, los cuales anhelan visitarla en pía
peregrinación, a menos durante una vez en su vida” (Pablo VI)
Ante la Jornada
en favor de Tierra Santa quiero recordar estas palabras del primer Papa que
visitó el País de Jesús. Qué bien refleja el contenido histórico y espiritual
de aquella parte de la tierra que Dios escogió para que su hijo redimiera a la
humanidad. Allí el Hijo de Dios nace, vive, muere y resucita. El mismo Papa
tiene otra afirmación que complementa, “lo mismo que existe una historia de
salvación existe una geografía de redención”.
En el marco de la gran Semana Santa, la mirada de
todos los cristianos se dirige no solo a aquellas tierras sino a las
comunidades cristianas que
milagrosamente residen allí, ya que “ser cristiano hoy día en Tierra Santa es
un milagro” como me afirmaba un cristiano palestino. Y por otra parte los
cristianos de allí se sienten orgullosos de manifestarse como tales, llevando
el crucifijo en el cuello o tener esculpida en la fachada de la casa la imagen
de San Jorge, patrono de los cristianos palestinos. Otro cristiano palestino me
decía hace unos días “estamos orgulloso de ser los continuadores de los
primeros cristianos en Tierra Santa….. pero somos conscientes que la Iglesia de
Jerusalén es pequeña, pobre y perseguida y que si no nos ayudan los cristianos
del mundo corremos el riesgo de desaparecer”. Esta situación de los cristianos
de estas tierras no se hace mucho eco los medios de comunicación social. Con
esta jornada queremos sensibilizar en nuestros ambientes. Jornada que nos habla
de oración y ayuda a la Iglesia madre. Sin oración no hay futuro y sin ayuda no
hay presente. La triste realidad es esta, sino ayudamos a los cristianos de
estas tierras muy pronto desaparecerán. Las circunstancias en las que están
viviendo hacen que vayan disminuyendo alarmantemente. Su presencia no llega a
un dos por ciento. Tristemente todo el que puede se marcha, este es el futuro
que les espera si los cristianos del mundo entero no somos solidarios con
ellos. El Papa Benedicto XVI, en su visita a Tierra Santa les animaba a
permanecer en aquellas tierras para dar testimonios con su presencia y para
ello tenemos que ayudarles. Es bueno saber que en Tierra Santa, concretamente
en los Santuarios del Santo Sepulcro, Nazaret y Belén, se reza todos los días
por los bienhechores de aquellas tierras y que cada franciscano que vive allí
tiene la obligación de aplicar la intención de cuatro Misas al mes por los
bienhechores.
Con ellos estamos los franciscanos desde hace ocho
siglos. Allí fuimos no como los cruzados con la cruz y la espada sino como
hermanos portando el mensaje de Paz y
Bien. Allí seguimos en nombre de la Iglesia sirviendo a las comunidades
cristianas, atendiendo a los Santuarios de nuestra redención y acogiendo a los
peregrinos que llegan del mundo entero. En la Jornada por Tierra Santa queremos
ser su voz. Los Papas, en nombre de la Iglesia, han manifestado su
agradecimiento en repetidas ocasiones y han afirmado “si no hubiera sido por
los franciscanos la Iglesia católica no tendría los Santos Lugares”.